Nuestro hogar es nuestro templo. Esa es la razón por la que tener una casa ordenada es sinónimo de una mente ordenada. Cuando tenemos todo bien colocado, nos sentimos mejor con nosotros mismos y también más optimistas.

Aunque con el frenético ritmo de vida actual es complicado conseguirlo, nada es imposible. Tan solo hace falta tener buena voluntad para sentirnos bien. Enseguida notarás los cambios.

Relación entre una casa ordenada y una mente ordenada

Parece un tópico eso de decir “casa ordenada, vida feliz”; sin embargo, muchos son los expertos en salud mental que así lo determinan. Existe una relación entre el orden de nuestro hogar y el de nuestra cabeza.

La razón es que, conforme vamos ordenando el espacio de nuestra casa, también lo hacemos con nuestra mente. Decidimos qué cosas necesitamos y cuáles no, dónde tenemos que ponerlas para tenerlas a la vista y, en definitiva, despejamos las dudas que nos pueden surgir.

Cómo ordenar y organizar tu casa

Llegados a este punto, ahora que sabes que una casa ordenada repercute en tu salud mental, seguro que estás pensando cómo organizar tu casa para conseguirlo.

Empieza por tirar lo que no utilizas

Tenemos una gran cantidad de objetos que no utilizamos y vamos guardando por cariño o por pereza. A la hora de ordenar nuestro hogar, debemos comenzar por deshacernos de todo aquello que, en realidad, no necesitamos y solo ocupa espacio.

Determina un lugar para cada objeto

Todo tiene su porqué y, a la hora de ordenar la casa para ordenar la vida, tenemos que empezar pensando en qué lugar irá cada cosa. Otro consejo es intentar siempre que todo se mantenga en su lugar, para no acabar en el mismo punto en el que comenzamos.

Cajones compartimentados, una gran ayuda

En el momento de ordenar las cosas que ya tenemos, nos pueden servir ayuda algunos objetos interesantes. Es el caso, por ejemplo, de los cajones compartimentados. Los podemos introducir en armarios, cómodas o mesitas de noche para determinar qué cosa va en cada lugar sin pensar demasiado ni perder ni un minuto de nuestro tiempo.

Cocina y baño, siempre relucientes

La cocina y el baño son dos de los espacios más conflictivos, por lo que debemos atacar el problema de raíz. En este caso, mantenerlos ordenados ayudándonos de objetos como cajas, tarros u organizadores también será primordial.

Otro punto a tener en cuenta es la limpieza, ya que ambas estancias deben estar siempre a punto para no agobiarnos y, por supuesto, para mantener la higiene.

Ordena el dormitorio

Nuestro lugar de descanso es el dormitorio y es por ello muy importante mantenerlo limpio y ordenado. Cambia las sábanas, lava las cortinas y opta por introducir objetos de colores claros, mezclándolos con textiles cálidos y elementos como la madera, muy relajantes. Con tan solo estos pequeños consejos, dormiremos mucho mejor y nuestra mente descansará de los problemas del día a día.

Como ves, una casa ordenada significa una mente ordenada. Tendrás que pensar en qué cosas necesitas y cuáles no, para darle un plus de limpieza a tu hogar y vivir con más armonía.